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Arte en espacios públicos

Uno de nuestros objetivos fundacionales es que el arte entre en nuestra vida cotidiana de manera permanente. Que nuestro contacto con este no sea un encuentro esporádico de disfrute estético únicamente -como podría ser visitar un museo, por ejemplo-, sino que en nuestro diario vivir podamos tener una experiencia enriquecedora a partir del encuentro con diferentes expresiones artísticas en las ciudades, en espacios públicos y/o de uso común.

Hablar de Arte en Espacios Públicos es como abrir una caja de Pandora con distintas visiones sobre lo que, como individuos y sociedad, interpretamos como “arte” por un lado, y “público”, por otro.

Por siglos, desde los antiguos romanos hasta la independencia de los países latinoamericanos, el arte en espacios públicos consistió en la realización de obras, monumentales en su mayoría, como expresión de una retórica dominante con el objetivo de conmemorar periodos históricos según la voluntad política y gubernamental del momento. Obras que con la óptica actual nos pueden resultar polémicas, pero que son parte de nuestra memoria social y nos permiten ver en perspectiva nuestra historia colectiva, entregando además un valor artístico.

“Espacios públicos” son, por definición, de la comunidad, de las personas que los viven y transitan, abiertos a todos. En ellos conviven distintos elementos de nuestras ciudades: edificios, calles, parques, casas, escuelas, plazas, autos, negocios, y, sobre todo, son espacios vivos y en constante transformación.

El arte en espacios públicos en los últimos decenios ha ido cambiando, replanteándose como una oportunidad de relacionarse con el otro, con uno mismo y con el entorno. El arte público contemporáneo se caracteriza de esta forma por el uso de distintos lenguajes y medios expresivos como esculturas, murales, instalaciones lumínicas y otras intervenciones, en las que participan distintos actores en su concepción y realización: artistas, curadores, comunidades, organizaciones públicas y privadas, todos para materializar conceptos o ideas, pero con la necesidad común de que el arte entre en nuestra vida cotidiana y que sea accesible para todos.

Para el destacado escultor y académico Luis Montes, quien es parte de nuestro jurado para el concurso de escultura Vida de Barrio, Pedro de Valdivia,

“el arte en el espacio público tiene que ver, fundamentalmente, con los procesos identitarios, en la manera en que nos concebimos y representamos. Y desde ahí creo que una de las aspiraciones del arte en la ciudad debe ser la apropiación, vale decir, que la ciudadanía lo incorpore a su transitar habitual sin pasar necesariamente al olvido. Así pasa a ser parte de la vida cotidiana, constituyendo una referencia en su desplazamiento, evocando historias pasadas y proponiendo futuros posibles. Desde esa perspectiva este último tiempo ha quedado demostrada la importancia que el arte tiene para la sociedad, y que los y las artistas pueden contribuir al constructo social con obras que avizoran utopías, pero también que pretenden revisar críticamente el pasado”.

 


mayo 2021

En la imagen: Conjunto escultórico, de Federico Assler; Parque de las Esculturas de Providencia
Foto de Roferbia, Creatives Commons