“Es importante que las entidades públicas y privadas se unan para ofrecer más concursos que comprometan a los espacios públicos para embellecer una ciudad, no solo estéticamente, sino que espiritualmente, ya que cada obra trae consigo un concepto, ideas, sentidos, relaciones e imágenes más allá de la materia”.
María Inés Agurto
La pieza escultórica Refugio o Mujer Cobra de la artista peruana María Inés Agurto ubicada en el Parque Central (Tamayo) en Lima, se dispone como una dualidad entre la posición que adopta la cobra – uno de los tipos de serpiente más peligrosa por el veneno que descarga en el momento en que ataca cuando percibe a un enemigo peligroso – y el despliegue de la capucha que logra extenderse gracias al aire que proviene de sus pulmones. Es en esa precisa performatividad donde reside el carácter de protección que María Inés le brindó a la obra. La transformación que experiencia el invertebrado se proyecta como la figura de un refugio, coincidiendo con los conceptos de fertilidad, femineidad y vida que muchas culturas le otorgaron alguna vez.
La obra sigue ese genio erguido, ubicándose en medio del parque que es marcado por dos entradas y que invita al espectador que lo atraviesa a recorrerla, accediendo a ella gracias a una escalera, tal cual pista para entregarse a la sumersión en el fierro negro que es capaz de reflejar la luz y amplificar al mismo tiempo la magnificencia de la cobra.
Refugio o Mujer Cobra, María Inés Agurto
- TítuloRefugio o Mujer Cobra
- Fecha2008
- UbicaciónParque Central (Tamayo), distrito de San Isidro. Lima, Perú
- Materialfierro negro
- Dimensiones3.50 x 2.90 x 2.20 m
Este trabajo refleja la visión que tiene la artista sobre la importancia del arte en el espacio público: por un lado disponiéndose al encuentro con las personas que regularmente no tienen acceso a museos, galerías y otros espacios de exhibición cerrados, motivando a que desde ahí el espectador pueda cuestionarse y reflexionar en torno a distintos aspectos de la vida humana y diaria; y por otro lado, el valor que el espacio abierto hoy ha demostrado más que nunca en la crisis sanitaria por la que el mundo atraviesa hace ya más de un año. Así, la creación e imaginación son los últimos espacios de libertad y ensoñación que puede tener la ciudadanía y la posibilidad de poder aquietar el espíritu y la mente en momentos especialmente difíciles.
Agurto es artista de la Pontificia Universidad Católica del Perú y a través de su principal cuerpo de trabajo, la escultura, explora las nociones de arquitectura, arqueología e historia en base a materiales orgánicos y técnicas ancestrales en contraste con materiales industriales, centrándose en los conflictos de la Lima contemporánea. Sus obras cuestionan el progreso evolutivo desde tiempos prehispánicos como por ejemplo la elaboración de sistemas que satisfacían necesidades específicas, y que al mismo tiempo pueden ser amables con el entorno y el ecosistema.
Refugio o Mujer Cobra es una escultura de gran formato ubicada en el medio del Parque Central (Tamayo) en el distrito de San Isidro, Lima, Perú, y fue realizada en el año 2008 como parte del proyecto del último año de universidad, permaneciendo en la institución hasta el 2013 para ser donada por María Inés a la Municipalidad de San Isidro. De esta manera la obra actualmente se encuentra en el centro de la ciudad, tal cual refugio entre los edificios de la urbe limeña.
María Inés Agurto (Lima,1984) es Bachiller en Arte con mención en Escultura por la Pontificia Universidad Católica del Perú. En la graduación obtuvo el Premio de la Crítica (2009). Al terminar la carrera, instaló una obra pública en el Parque Central (Tamayo) en el distrito de San Isidro (2013) para después emplazar otra obra de gran formato en la Universidad Tecsup en Arequipa (2015).
Ha participado en tres residencias internacionales: R.A.T. en Ciudad de México (2013), Bundanon Trust en Australia (2014), y Sculpture Space en Utica, New York (2016). Su trabajo forma parte de importantes colecciones como las de Hochschild Mining, Banco Continental, George Gruemberg y Carlos Marsano en Perú, Fundación Villacero en Monterrey, México, y Luciano Benetton en Italia.
En el 2017 ganó el segundo lugar en el XX Concurso Nacional de Artes Visuales “Pasaporte para un Artista”, organizado por la Alianza Francesa y la Embajada de Francia en Lima.
Entre el 2018 y 2019 enseñó escultura en la carrera de artes visuales en la escuela de arte “Corriente Alterna”.