María Inés Schmidt-Timmermann, finalista de la Beca Fundación Actual MAVI 2020, estudió Arte con mención en Pintura en la Universidad Católica. A lo largo de su trayectoria se ha dedicado a indagar sobre distintas técnicas, tanto experimentales como tradicionales, de la pintura, el grabado y el dibujo, haciendo uso de diferentes materiales y soportes.
Para la artista, los elementos puros e intraducibles de la abstracción generan la capacidad para vivir “lo misterioso”, lo irreductible que tiene la vida y la dimensión formal de la existencia. En su trabajo, busca resignificar la lógica de la abstracción geométrica, con el objetivo de que la obra consiga sobrecoger y sorprender al espectador.
Las líneas y las tramas son parte de su lenguaje, creadas con técnicas como la pintura, el estampado y la veladura generan distintos efectos visuales y, al mismo tiempo, hace uso de íconos, patrones e imágenes reconocibles y genéricas de manera armónica, para dar cuenta de la relación existente entre la historia y la inserción del ser humano en un mundo que permanece en un cambio constante. Texturas, efectos cromáticos, superposición de materiales crean obras con lecturas siempre abiertas a las distintas percepciones y sensibilidades. Entre sus posibles interpretaciones podemos encontrar mapas de ciudades del futuro, paisajes racionalmente utópicos, máquinas cognitivas, emplazamientos técnico-simbólicos.
Respecto a la Beca Fundación Actual MAVI, en el marco de la versión de este año, la artista aseguró que
«me parece que es una beca fantástica, una idea muy buena de tener este rango de edad, entre los 40 y los 60 años, que, como bien dijo el ganador, es una etapa en la que uno no califica para muchos concursos, estamos en plena producción con la obra bastante madura, con muchos proyectos y esta beca viene a colaborar de esa forma con la cultura del país».