Felipe Carrión (1964) es uno de los finalistas de la segunda versión de la Beca Fundación Actual MAVI 2020. Su formación comenzó en la Escuela Experimental Artística y luego realizó diversos cursos en Chile y en el extranjero, los que le permitieron perfeccionarse en técnicas pictóricas y de grabado.
A lo largo de su trayectoria, ha tomado cada vez más importancia el estudio, investigación y análisis de los objetos cotidianos de la cultura chilena, especialmente los artefactos culinarios, elementos estrechamente ligados a la memoria e identidad de nuestra sociedad. Objetos de un pasado reciente, que han sido remplazados u olvidados por los avances tecnológicos, pero que hablan de nuestras tradiciones, relaciones interpersonales y cuentan de una especificidad local en contraposición a lo global, y van más allá de la representación transformándose en símbolos. Objetos con los cuales nos identificamos, aunque no seamos tan conscientes de su existencia e importancia cultural.
Felipe Carrión ha centrado su trabajo en la exploración de las múltiples posibilidades que le ofrece el grabado como lenguaje, especialmente el grabado en metal. La estampa, dice, le permite generar un archivo capaz de valorar a partir del arte el uso de utensilios típicos de la cocina chilena.
Respecto de su participación en la Beca Fundación Actual MAVI 2020, Carrión señala:
“haber quedado dentro de los 11 finalistas es un gran premio para mí. Me siento muy feliz, es un apoyo al arte, yo creo que es muy difícil trabajar en Chile, en especial en regiones, donde no hay tanto apoyo. La Beca está haciendo un trabajo fantástico, esto nos da buenas luces a futuro”.