Por César Gabler
Artistas del Desplazamiento, un proyecto curatorial de Jorge Padilla
Jorge Padilla (Santiago, 1969) es artista visual y docente. Se formó como grabador en la escuela de arte de la Universidad Católica, la misma en la que ha sido profesor, subdirector y director. Conoce tanto los entresijos de la administración universitaria, como los procesos y técnicas del grabado, quizás más simples que la burocracia académica. Como artista, es parte de una generación que creció bajo el alero del grabador y premio nacional de arte Eduardo Vilches. Un profesor que, a su conocimiento de la xilografía y la teoría del color, sumó una innovadora tarea docente.
En la obra de Padilla confluyen el interés visual por el grabado, como una aguda reflexión respecto a sus alcances históricos y políticos. No es extraño que ese interés por la historia del medio, y por el capítulo que se escribió en la facultada de la que es profesor, haya decantado en una investigación y finalmente en un proyecto curatorial.
Jorge, tu eres artista, docente y ahora curador, me parece que en esta exposición confluyen todas esas dimensiones, ¿no? Lo destaco porque en primer lugar la muestra visibiliza una escena que tiene lugar en las aulas de la UC en los ochenta, específicamente en el taller de Eduardo Vilches.
Así es, este proyecto se conecta con todas esas dimensiones, desde mis motivaciones como creador a mis labores docentes e investigador y ahora en esta nueva faceta como curador, labor que ha sido un gran proceso y aprendizaje. No solo está el reinventarse sino en poner a trabajar todas tus habilidades y estar abierto a una formación permanente.
Es importante señalar como contexto que dentro de la enseñanza formal de arte a fines de los setenta y principios de los ochenta se podría afirmar que había un status quo, un enseñanza enfocada más en lo técnico disciplinar, considerando el quiebre cultural, las intervenciones en las universidades y toda la censura y represión que se vivió en dictadura, esto generó que los creadores se reunieran en otros espacios y que sus reflexiones y propuestas se volviesen más crípticas y no literales, los lenguajes se convirtieron en el espacio de investigación y metaforización de lo que se vivía. En este contexto, por ejemplo, se discutía sobre la fotografía, si este era documento, un medio artístico en sí mismo o un grabado que registraba mecánicamente la realidad. En estas reflexiones estuvo involucrado Eduardo Vilches con la gente del Taller de Artes Visuales o con el grupo CADA, ideas que se conectaron con un grupo de estudiantes más inquietos y que encontraron en los talleres de grabado de la Escuela de Arte UC un espacio de experimentación del medio y de creación en torno a la realidad que vivían.
¿Eduardo Vilches actuaba en solitario dentro de la U.C?
En este punto Carlos Gallardo, ayudante en varios cursos de Vilches, actuó como una bisagra entre las nuevas generaciones y la escena más experimental que trabajaban con otros medios como el video, la acción de arte o auto publicaciones.
Para el grupo de artistas que participaron en esta exposición y sus compañeros fue un espacio liberador y de gran experimentación, el que abrió la posibilidad de trabajar con otros materiales y medios que no eran habituales en el taller de grabado ni en otro espacio curricular. Estas experiencias generaron una impronta en las siguientes generaciones y en el mismo Eduardo Vilches, que llevó el espacio de experimentación al interior de sus clases con un marco de propuesta abierta pero con la exigencia de responder por qué ese trabajo podía leerse como un grabado, teniendo en cuenta el proceso indirecto, la creación de una matriz, la posibilidad de editar una imagen en algún soporte, estos elementos constitutivos de la técnica se consideraban y se producía un desplazamiento en alguno como un material, soporte o lógica original.
Algo que sin duda tuvo continuidad, al menos en el aspecto práctico
En las generaciones que siguieron -en los ochenta y fines de los noventa- estas referencias se transformaron en la posibilidad de trabajar en instalaciones, con objetos, textos, fotografías, proyecciones y un sinfín de materiales con nuevas referencias y artistas contemporáneos que no tenían cabida en los espacios académicos, más bien ocurrían como estudios y aprendizajes extracurriculares.
El concepto de desplazamiento aparece puesto de relieve. ¿Cómo lo entendieron los artistas de la muestra? ¿Cómo lo ves hoy?
La idea del desplazamiento se forjó con los trabajos de estos artistas en los talleres de grabado de la Escuela de Arte UC. Esta idea de referirse al grabado por sus lógicas más que por una técnica específica es una manera de abrir la noción y posibilitar la experimentación con ideas y materiales muy distintos. Por ejemplo, Silvio Paredes en el Taller de Huecograbado, reemplaza el buril por una pala y la matriz de metal por el suelo de los patios del campus Lo Contador, donde cava tumbas, con las dimensiones del Reglamento General de Cementerios, las que a su vez edita, numera y firma. Este tipo de obras no eran grabados tradicionales, porque no calzan con ninguna de las técnicas, pero mantenían el apego y reflexión del medio, desplazando alguno de sus conceptos o materialidades.
En este sentido es interesante ver cómo el medio se fue ampliando con el tiempo al incorporar otras técnicas o medios mecánicos como la fotocopiadora, el plotter de corte u otras herramientas digitales, lo que amplió el criterio de grabado a grabado experimental, a gráfica expandida o gráfica contemporánea. Por ejemplo, uno de los eventos tradicionales como la Bienal de Grabado de San Juan de Puerto Rico (1970 – 2001) el año 2004 pasó a llamarse Trienal Poli/gráfica la que en su temática consideraba la transmigración y los desplazamientos tecnológicos y conceptuales del medio gráfico. Esto muestra cómo se han desdibujado los límites tradicionales y se han ampliado fundiéndose con un sinfín de técnicas y medios.
¿Qué te llevó a realizar esta investigación?
La investigación surgió por una necesidad académica al momento de crear el curso Imagen múltiple y desplazamientos gráficos, taller experimental con diferentes técnicas de impresión en donde también quería contar la historia de los desplazamientos del grabado que se realizaron en la Escuela de Arte UC a partir de este grupo con sus consecutivas resonancias en generaciones posteriores. Es así como comencé conversando con Eduardo Vilches y luego entrevistando a Carlos Gallardo, quien fue su ayudante entre 1979 y 1981, y a los alumnos de ese tiempo Arturo Duclos, Mario Soro y Silvio Paredes. Me concentré en este grupo porque tenían obras, registros y continuaron una carrera hasta hoy, pero en ese tiempo había otros estudiantes que realizaron trabajos experimentales muy interesantes bajo las mismas premisas como Catalina Robson, Alejandra Pulgar, Ariel Rodríguez o Alicia Villarreal. En una segunda parte de la investigación continué con las siguientes generaciones, quienes siguieron experimentando en los talleres de grabado con la referencia de estos trabajos lo que en su mayoría se describían oralmente porque no había registros y nadie escribió mucho más sobre esas obras. Como complemento a estas nuevas posibilidades Vilches reflotó el texto escrito por Luis Camnitzer en un catálogo del colectivo The New York Graphic Workshop quien postulaba la transformación del grabado considerando su capacidad de editar múltiples en distintos soportes, creando el manifiesto FANDSO (sigla en inglés de Objetos Seriados, Prescindibles, Afuncionales y Libremente Intercambiables), con este texto se dio cierta estructura para continuar experimentando en la creación expandida del grabado y en aumentar el mito de los desplazamientos.
Junto a la muestra, tú y el equipo desarrollaron una publicación muy interesante, cuéntanos de la reflexión previa y los resultados
Si, fue otra parte importante del proceso de investigación y recopilación de información. No me interesaba que quedara reducida en un formato de catálogo con un texto curatorial, en cambio tenía la idea de un formato coral, en el que cada artista escribiera, contando la historia desde su punto de vista. Además, invitamos a Rita Ferrer que escribiera desde una perspectiva externa al grupo, lo que sumó una nueva capa a los relatos. En cuanto al impreso final surgió la idea de hacer eco con la publicación “La Separata”, editada en sus cuatro primeros números por Nelly Richard entre 1981 y 1982 en formato diario mercurio en blanco y negro. Nos pareció muy bueno este guiño ochentero que contextualiza las obras que se exhibieron y también se desmarca de las publicaciones que hemos visto en el último tiempo.
¿Cómo crees que se leen hoy las obras de estos artistas? ¿Qué singularidades aportan a la escena chilena actual?
Ha sido súper interesante recoger la percepción sobre estas obras, que van desde un público que conocía algunas piezas, a quienes tenían las referencias casi míticas o quienes las vieron por primera vez, en este grupo recibí comentarios muy buenos que leían las obras de manera muy contemporánea, por ejemplo la presencia de la producción animal en obras de Alicia Villarreal y Carlos Gallardo, obviamente la lectura es más directa sobre la muerte de los animales y menos metaforizada en los acontecimientos que se vivían en esa época en Chile, la lectura cambia de un asunto estrictamente local a uno más global, o en realidad se agrega esta nueva capa de interpretación.
Entonces me parece que la lectura abierta que ofrecen estas obras es importante en varios sentidos, por ejemplo, en recoger y situar precisamente su origen, describir las motivaciones que forjaron la noción de los desplazamientos del grabado, así como las reflexiones y mensajes poderosos que contienen permitiendo leerlas en su contexto cultural y político, pero también desde nuestro actual contexto.
¿Hay proyectos a futuro con esta exposición?
Si, estamos trabajando en ello con los artistas y las galeristas, la idea es montarla en otros espacios tanto en Chile como afuera. Por ahora no te puedo confirmar un lugar pero ya vendrá, creo que es un trabajo muy sólido el que se realizó y perfectamente se puede revisar, ampliar y adaptar a otros espacios y públicos.
NOTA
En el marco de esta investigación Jorge Padilla realizó un conjunto de entrevistas, cuyos vínculos vienen a continuación
1era parte El Desplazamiento del Grabado en el taller de Eduardo Vilches, Escuela de Arte UC (1978-1983)
2da parte El Desplazamiento del Grabado en taller de Eduardo Vilches, Escuela Arte UC (1983-1997)
y en un tercer video Eduardo Vilches, la enseñanza del grabado y su desplazamiento