Claudio Herrera (Santiago, 1968), finalista de la segunda versión de la Beca Fundación Actual MAVI, es autodidacta en su formación artística. Durante su carrera ha recibido numerosos reconocimientos tanto nacionales como internacionales, como el de la institución The Pollock-Krasner Foundation, además de haber realizado exposiciones tanto a nivel nacional como internacional.
A comienzo de los noventa sus exposiciones en las galerías Gabriela Mistral y Posada del Corregidor – como artista en la primera y curador la segunda – marcaron el comienzo de su trayectoria. En esta primera etapa, su trabajo se caracterizó por la presencia del dibujo y una estética definida por un automatismo psíquico proliferante, un grafismo primitivo y la presencia de numerosos arquetipos simbólicos. Obras en las que se puede ver la minuciosidad gráfica de Herrera y donde se reconoce un gesto impulsivo que mezcla textos e imágenes que dan vida a collages conceptuales dentro de la tela.
“En mi práctica artística he intentado proceder reflexiva y experimentalmente, dos condiciones necesarias para una real consistencia en el hacer arte”.
Claudio Herrera
Su formación en sociología, así como su interés intelectual con la modernidad, la ilustración, el capitalismo y las vanguardias se ven reflejados en su extensa producción, que pasa a ser cada vez más consciente de sus posibilidades formales y plásticas, introduciendo nuevos elementos pictóricos y diagramáticos; rayas y manchas donde el color asume nuevas relevancias. Múltiples referentes a la historia del arte, que pasan de la vanguardia dadaísta, a Cy Twombly, Joan Mitchel, Georg Baselitz, o el mismo Paul Klee.
Al acercarnos a sus obras nos dejamos sobrecoger por la intensidad espacial, la fuerza de los colores, el expresionismo existencial y un sentimiento de horror vacui nos invade, que nos pide con todas las fuerzas del arte, mirar atentamente cada detalle o zona del soporte. Aparecen textos, en determinados casos evidentes, en otros escondidos, como el mismo sustrato de donde nacen composiciones ilusionistas. Figuras recortadas de desnudos, edificios u objetos cotidianos; dibujos abstractos o figurativos. Todo en un mismo plano, en un aparente desorden que tenemos que recomponer, pieza por pieza, como un puzle.
Cada artista, al poner (o no) un título a sus obras hace una declaración de intenciones; haciendo un recorrido de los títulos de las obras de Claudio Herrera vemos como abren una ventana a su mundo: “En donde estamos”, “El progreso de la enfermedad” “¿Es momio el arte chileno?”, “Estado obrero español”, «Carl Gustav folla en las tardes a su secretaria comunista», “El Leviatán de los animales tristes”… En todas esas obras podemos ver el interés constante de Claudio Herrera por una “modernidad crítica”, como él mismo la define, caracterizada por múltiples gestos tanto teóricos como simbólicos.
Conoce más sobre su obra y trayectoria en www.claudioherrera.cl