Nueva Ley de Donaciones
Este 2022 partió con una excelente noticia para el mundo de la filantropía y para el país en general. Después de 6 meses en el Congreso, en enero fue aprobada finalmente una ley que llevaba más de 20 años esperando ser una realidad: la Nueva Ley de Donaciones para Beneficio Público. El Senado ratificó de forma unánime lo aprobado previamente por la Cámara de Diputados, llegando a buen término este largo proceso.
Un proceso que la pandemia de alguna forma aceleró ya que ayudó a visibilizar la importancia de la sociedad civil como motor para la reactivación a través de la filantropía y de las donaciones a diversas causas que se vieron especialmente afectadas. Sin embargo, los desafíos que enfrenta Chile van mucho más allá de esta crisis sanitaria: hay necesidades crónicas en ámbitos sociales, culturales, académicos y sobre todo ambientales, en las que el Estado necesita la colaboración del sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil.
Gracias al trabajo colaborativo de muchísimas organizaciones, liderado por Mesa Circular, agrupación creada especialmente para lograr este ajuste normativo para las donaciones, más la colaboración y compromiso del poder Ejecutivo y poder Legislativo, se logró este cambio sustantivo en la ley de donaciones que no sólo ordena la dispersión de las leyes, sino que ante todo incentiva las donaciones hacia todas las causas que generan un beneficio público.
Ahora falta únicamente la promulgación e implementación de la nueva Ley que, sin duda, acelerará y fomentará la filantropía ya que resuelve los 4 principales nudos críticos de la normativa vigente. Estos son: diversidad de donantes y ampliación de fines, es decir que tanto personas y empresas (incorporando además a las sociedades de inversión) puedan donar a fines que ya tienen beneficios tributarios, como por ejemplo la cultura y pobreza, y también a otros fines que actualmente están excluidos, como medioambiente y urbanismo, entre otros. Permitir donaciones en especies, incluyendo especies aptas para su comercialización. Límites para donar, mejorar las trabas de la Renta Líquida Imponible (RLI) que es el actual valor de expresión, proponiendo expresarlo en UTM que es un valor fácil de determinar. Y, por último, darle al donante de buena fe medios de acreditación claros para una eventual fiscalización.
“Estamos seguros de que esta ley de Donaciones de Beneficio Público, que se caracteriza por ser inclusiva, transparente y moderna, constituye una reforma estructural y provocará un cambio cultural que consolidará la colaboración público privada en el país. Se trata de una ley que llega para nivelar la cancha -especialmente para las organizaciones ambientales y de salud – y que llega en el mejor momento, justo cuando en el país y en el mundo enfrentamos los mayores desafíos de los últimos tiempos, de los cuales solo podremos salir adelante juntos”, extracto de carta enviada al Presidente Sebastián Piñera, antes de que dejara su mandato, firmada por las organizaciones de la sociedad civil que adhirieron a esta iniciativa liderada por Mesa Circular, entre ellas Fundación Actual.