“The Floating Piers”

“La obra de arte absorbe en sí todo tipo de interpretaciones, son parte de la obra. La magnitud de nuestros proyectos es que existen múltiples interpretaciones e interacciones y todas son legítimas”.

“The Floating Piers” (2016) de Christo, es una de las últimas obras que el destacado artista búlgaro alcanzó a ver realizada y que hoy, a pocos días de su muerte, queremos recordar como un símbolo de su trayectoria y trabajo.

Se trata de una pasarela flotante sobre las aguas del Lago de Iseo, al norte de Italia, que unió dos pequeñas islas (de ese mismo lago) con la tierra, y que podía recibir hasta 18 mil personas a la vez que, desde tierra firme y a pies descalzos, caminaban en una superficie que permitía sentir el movimiento del agua.

Una visión ambiciosa la de hacer caminar a las personas sobre el agua, que nació en 1969 y que se pudo realizar casi 40 años más tarde, gracias a la colaboración de múltiples expertos (autoridades, constructores, arquitectos, sector turístico) guiados por Christo.

En esta obra, podemos reconocer los elementos característicos sus propuestas artísticas, que marcaron su trayectoria y que lo han convertido desde los años ‘60 en uno de los representantes más importante del Land Art (aunque nunca fue parte de él formalmente) junto a su compañera Jeanne-Claude (fallecida en 2009).

El uso del espacio público, un trabajo minucioso y perseverante de planificación, y una realización monumental, buscan una activación directa de parte del espectador para que viva “físicamente” y en primera persona sus obras, las que se hacen reales para hacerlo participe y no un mero observador, involucrando distintos sentidos y emociones de las personas.

Obras que trascienden los límites tradicionales de la pintura, la escultura y la arquitectura y que son reales sólo durante un breve periodo de tiempo, transformándose en metáfora de la fragilidad, de lo efímero y lo irrepetible de la existencia de cada uno.