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El poder de una Combi, movimiento y cultura

15 de septiembre de 2021

La “Volkswagen Type 2” tiene sus inicios en 1933 en Alemania, propuesta por la compañía automovilística Volkswagen como un medio de transporte para la gente y las masas. Buscando combinar la potencia de un camión junto a la simpleza de un vehículo común nace la Combi, cuyo nombre se populariza como una abreviación de su novedoso motor combinado. Esta nueva fuerza mecánica le permitió aumentar su capacidad de carga, manteniendo su tamaño más compacto, una hazaña tecnológica revolucionaria para esa época.

Con el tiempo, la Combi llegó a convertirse en un estándar de los años 60 en las Américas, posterior al boom de exportación internacional que se llevó a cabo al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Poco a poco el vehículo fue adaptando su identidad según las necesidades locales de cada país occidental donde se instauró, llegando a ser un favorito en la vida móvil del camping en América del Norte y un facilitador del transporte público en Latinoamérica, donde gran parte de las Combi se convirtieron en buses.

 

Esta nueva frecuencia en la imagen de la Combi la inserta dentro del imaginario popular de América, transformando al vehículo en un símbolo de comunidad y circulación, tanto a un nivel individual como a una dimensión colectiva.

La solidez de sentido que adopta, en combinación a su utilidad de carga, inspira a diferentes movimientos occidentales de contra cultura, quienes, debido a la creciente inquietud social en periodos de crisis política y económica, comienzan a utilizarla tanto como transporte como un hogar en su búsqueda de comunidad y libertad individual.

El popularizado movimiento hippie logra expandir su influencia gracias a la maravilla tecnológica que significa la combinación de motores, la cual les permite asentar la autonomía de su vida artística en movimiento. Es finalmente la imagen de este movimiento quién encausa a la Combi como el ícono definitivo de arte sobre ruedas.

Es esta fuerza histórica que acarrea la Combi la que nos inspira a buscarla, renovarla y transformarla en un lienzo móvil que personifique nuestro anhelo de compartir y movilizar las obras de grandes artistas chilenos hacia el espacio público.